Hola Fiebruses. Nuestro deporte siempre ha estado asociado a diferentes
aspectos de la vida empresarial y de negocios. En los Estados Unidos
(modelo del que nos nutrimos para casi todo, y del cual heredamos el
golf), las empresas incluso tienen planes de instrucción de golf a sus
ejecutivos, con el fin de que logren el dominio del deporte, y puedan
hacer cohesión de sus deberes como ejecutivos con el golf. Leyendas
urbanas cuentan que empresas norteamericanas incluso “obligan” a sus
ejecutivos a aprender a jugar, con el fin de que se interrelacionen,
boten el “stress” y entablen nuevos negocios.Todo esto quedo demostrado la semana pasada con la celebración del World Corporate Golf Challenge (WCGC), en Málaga, España, evento al que fuimos invitado por Michael Espino, representante de la franquicia en el país. Cuando llegamos a La Reserva en Sotogrande, el ambiente estaba preparado. Evidencia clara de que allí, aparte de competir, se fue a hacer negocios. Cientos de ejecutivos de todas las edades, sexo, raza y estatus se conocían y aprovechaban para intercambiar contactos, prediciendo negociaciones futuras. El evento estuvo perfectamente organizado (a ese nivel no se dejan cabos sueltos), y el glamour de los participantes era evidente. Todo puntual, y con una clara demostración por parte de los organizadores de que saben muy bien lo que tienen entre manos.
Confieso que aún tenemos mucho qué aprender, y este tipo de contacto y experiencia nos enseña mucho cómo se organizan grandes eventos pensados para públicos específicos. Hoy les traemos un contenido con todo lo que pasó en el Campo La Reserva en Sotogrande.
A los fairways!!
